lunes, 30 de septiembre de 2013

Paquito en el País de las Piruletas y los Arcoiris

Hola a tod@s, niños y niñas!

Hoy os contaré la apasionante historia de Paquito, Paquito Marhuenda.

Paquito era lo que llamaríamos "niño bien", también llamado comúnmente "niño repelente".
Conservador, católico y de derechas, y además a mucha honra.

Pero Paquito era de un optimista que lo flipas.
Igual fue la educación que recibió de sus padres.
Igual fue la cantidad de drogas que le administraron sin que él lo supiera.

Pero algo malo cambió su perfecta vida: entró la izquierda al poder.
La malvada izquierda, los ROJOS!!!

Y el pobre Paquito se volvió algo autista y bipolar (pido disculpas por adelantado a ambos colectivos, que no se merecen semejante comparación).

Hay a quien le cambia el humor con las fases de la Luna.
A Paquito le cambiaba el humor con el partido que gobernaba en España.

Pero Paquito, a pesar de las dificultades de la vida, mantuvo siempre su optimismo.

Cuando Paquito se hizo adulto, tuvo que soportar un período muy extraño llamado CRISIS.

Le traumatizó tanto que decidió escapar de este mundo.
Detrás del armario (de los medicamentos, claro, no del otro en el que se encierran los homosex...EJEM!!!) encontró un mundo mejor: el País de las Piruletas y los Arcoiris.

En ese mundo no existía la CRISIS.
Su Rey, el magnífico Rajoy, era un gobernante sabio y perfecto en todos los aspectos.
Las dronjas también ayudaban, no os creáis.

Era como el mundo de tras el espejo: todo era al revés.

Pobre era rico.
Triste era feliz.

Y en este mundo, todos eran ricos y felices, o sea pobres y tristes, o sea... ya me entendéis!!!

Pero este mundo estaba en peligro: la malvada REALIDAD acechaba, y era el enemigo mortal del Rey Rajoy, que se empeñaba en tratar de acabar con aquel perfecto mundo de ilusiones y colorido.

Pero Rajoy no tenía nada que temer, pues su valeroso Caballero, Paquito Marhuenda, estaba allí para defenderle de la malvada REALIDAD, acabar con ella y lograr que reinara la paz!!!

De modo que Paquito se puso su capa, cogió su espada, y se fue hacia los PLATÓS DE TELEVISIÓN, tierra de nadie entre el País de las Piruletas y la REALIDAD.

¿Y cómo sigue esta historia, cuentacuentos?

¡Pues lo veréis en el próximo capítulo!

¡Salud!

Suivez-moi, mais restez secrets: tout est caché sous le Signe de la Rose!

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