Hola a tod@s.
El debate sobre la independencia de Cataluña hace furor.
Pero si nos quedáramos únicamente con este aspecto seríamos unos necios.
Se habla de la Constitución, la sacrosanta Constitución, "votada por todos los Españoles", que garantiza la seguridad del Estado, la Democracia, la Paz y etc, etc, etc.
"No hay que tocarla."
"Es atemporal."
"Es inalterable."
Qué sencillo es para el dominante jugar con el miedo de los dominados...
Como a un niño al que se asusta con historias de monstruos malvados y ogros secuestradores, durante 38 años y sobretodo con el intento de golpe de estado del 23-F, nos hemos ido asustando los unos a los otros con el miedo a regresar a una guerra civil y a una dictadura.
"La Constitución es sagrada."
"No hay que tocarla."
"Garantiza que haya Democracia."
Id est... "como la toques volveremos otra vez a una dictadura".
Y mientras tanto, vivimos en 2013 con un texto de 1978, perfectamente inadaptado a las realidades sociales del 2013.
Y mientras juegan con nuestro miedo, se la pasan por el forro.
Es el miedo al cambio.
Miedo a cambiar por miedo a caer en una dictadura una vez más.
Miedo.
Silencio.
Miedo.
Una rima fácil de retener que se repite hasta el infinito.
Y nosotros, gráciles y obedientes borreguitos que somos, a pasar por el tubo.
¿No se le ha ocurrido a nadie que hay que romper esas cadenas de miedo que nos retienen, que quizás así logremos algo mejor?
Yo, personalmente, quiero una nueva Constitución, revisada, adaptada a la realidad social, reescrita por todos los ciudadanos y votada por todos los ciudadanos.
Entonces podremos decir que hay cosas que lo que nosotros hemos votado no permiten llevar a cabo.
Hasta entonces, no podemos sino ver cómo normas que nosotros no hemos votado (ya que la votaron nuestros antepasados que poco o nada sabían de democracia) nos cortan las alas.
Y hasta aquí quiero leer: #queremosvotar
Suivez-moi, mais restez secrets: tout est caché sous le signe de la Rose!
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