sábado, 13 de diciembre de 2014

Patriotismo

¡Ya estoy aquí para despotricar un rato más!

Hoy hablaré del tema Marc Márquez y compañía.

He oído de todo acerca del tema, y más aún viviendo en Andorra, donde piensa residir el piloto en cuestión.
Desde España veo que muchos nos piden que le dejemos tranquilo y le dan la razón, alegando que con lo que se cobra de impuestos ellos también se vendrían a vivir y a tributar a Andorra o a Suiza.
Desde Andorra, más de lo mismo, alegando que parece que nos moleste que vengan deportistas de élite a residir en el Principado.

Me parece una posición extremadamente antipatriótica. 

Sería inútil acusarme de comunista con esto que diré, puesto que el patriotismo, la última vez que me fijé, era una virtud ampliamente valorada por la derecha más rancia y casposa.

Aquí vuelvo a lo de siempre: no es lo mismo envolverse en una bandera (id est "ser un patriotero") que amar a un país (id est "ser un patriota").

Puedo llegar a comprender (aunque a mí personalmente me repugna) que uno se sienta realizado al envolverse en una bandera, levantar manos derechas hacia un aguilucho, cantar el "Cara al Sol" y sentirse orgulloso de ser de un país, pero eso no es ni de lejos ser un patriota. Eso es ser un fantasma.

Patriota es el que tributa en su propio país y pone su riqueza al servicio del resto de la población que no puede contribuir tanto como él, para construir juntos un futuro agradable para todos, no el que se larga a tributar menos a otro país y es del suyo cuando le toca (id est durante las competiciones deportivas).
Patriota es el que pone orden en un sistema tributario repleto de trampas y amaños diseñado para que los ricos no paguen nada y los pobres todo el resto.
Patriota es el que consigue que quien gane más contribuya más, el que logra que todos demos algo nuestro para alcanzar un futuro que sea nuestro, de todos, puesto que esa es la finalidad de las arcas del Estado.

No es cuestión de ser capitalistas o comunistas, es cuestión de tener sentido común: decía mi abuela que "donde se saca y no se le mete pronto se le ve el fondo". Más simple, imposible.

¿Y quién sabe? Quizás no haría falta subir impuestos si cada uno tributara realmente de acuerdo a sus posibilidades en lugar de trampear para no pagar o mangar dinero de las arcas públicas y que luego queden agujeros e impagos.

Por eso, muy mal hecho, Marc Márquez, Arancha Sánchez-Vicario y compañía. Si sois de España, tributad en España y trabajad en España. Pero si vais a tributar fuera, no volváis, haceros de allí y trabajad allí.

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